lunes, 22 de septiembre de 2008

El Cerro del Aguila, Un barrio unido


Dolor,es insufrible el dolor, el Martes Santo en el Cerro, porque a muerto el Redentor solo y triste en el madero, lleno de angustia y dolor y hasta olvidado del cielo. ¡Mira si es grande el dolor el Martes Santo en el cerro! Dolor, es tan inmenso el dolor, el Martes Santo en el cerro, que hasta la Madre de Dios no encuentra ningún consuelo, para calmar su aflicción en esta tarde de duelo, en al que llora hasta el cielo de agonía, de dolor, de amargura y desconsuelo. Dolor como se palpa el dolor, el Martes Santo en el Cerro. De dolor llora la Madre al ver a su Hijo muerto, de dolor llora la tierra y de dolor llora el cielo, porque no hay quien se contenga ante tanto desconsuelo. Dolor es tan inmenso el dolor el Martes Santo en el Cerro, que de tanto llorar tiene la Virgen los ojos secos, el corazón destrozado al ver que su Hijo ha muerto, dolorido y ultrajado entre burlas y desprecio. Dolor, todo es angustias y dolor, el Martes Santo en el Cerro. Dolor en le corazón, en la voz y el pensamiento, en el azahar y en la flor, en la brisa y el silencio en el suave rumor del paso del costalero, que en hombros lleva a Dios llorando porque esta muerto. Dolor, que profundo es el dolor el Martes Santo en el Cerro. Dolor agónico al ver en la cruz al Cristo muerto, y a su Madre padecer, desconsolada, en silencio, sin que pueda contener el dolor que siente al verlo, cuando se encuentra con Él el Martes Santo en el Cerro.

1 comentario:

caRmen! dijo...

moreno! que pasa?
jaja!